El Capo del Barrio

Ni la humedad, ni el mal clima del viernes, ni las bajas de ambos lados, ni el tamaño diminuto de la cancha. Nada de nada iba a impedir el choque más esperado de todo Vicente Lopez. Sin dudas las dos instituciones que mejor relación tienen en el cono norte del Gran Buenos Aires se veían las caras en lo que era un amistoso muy esperado por ambos. Ya sea porque servía de preparación para el torneo y por el gran cariño que hay entre Melmac y Enrique, este era el partido que nadie se quería perder.

En el desarrollo del juego se dio lo más lógico. MFC fue el ganador del encuentro con un contundente 3 a 0. Las diferencias más grandes se vieron en los 18 metros finales, ahí donde todo se define. Es que cuando los vestidos de amarillo tuvieron sus chances, sacaron chapa de su experiencia y estabilidad como equipo consolidado y no perdonaron a un joven Quique. Los goles fueron llegando en los momentos justos. Fue Salvador el que abrió la cuenta punteando una pelota que bollando en el área y el menor de los Cicciaro presente, Ignacio Agustín, quien aprovecho la mala salida del portero rival para conectar de cabeza uno de los famosos laterales centros de Gimenez. El tercero iba a ser obra nuevamente de Gio que con un bombazo desde un angulo muy cerrado definió la cuestión ya en la segunda mitad, momento en el cual EFC era un poco más.

Lo mejor del Basurero fue la tenencia y la intención de juego que logró en el complemento. Es cierto que tal vez Melmac estaba un tanto relajado por la diferencia que había logrado, pero no obstante esto los de azul crecieron y mostraron que si bien les falta profundidad, con el equipo completo pueden desplegar en el terreno de juego una idea de juego clara que con más rodaje dará buenos dividendos. Faltó un poco de pimienta en el área rival y concentración en la propia para lograr que el resultado se más parejo. Melmac por su parte mostró como siempre ese gran poderío ofensivo que lo caracteriza aun sin muchos de sus mejores interpretes.

Hubo fútbol pero también color. Es que sin dudas el gran objetivo de este encuentro era diferente al de cualquier otro amistoso o por lo menos había condimentos extra. Se vieron muchísimas cámaras fotográficas/grabadoras de video por el lado de Enrique. Todas esas imágenes, audios y videos ya comenzaron a dar vueltas por los sitios cibernéticos reflejando la fiesta que se vivió el pasado sábado.

Por el lado del elenco tricolor volvieron los queridos y famosos trapos de la familia melmaciana, esos que imponen una presencia vital fin de se mana tras fin de semana en Ciudad Universitaria.

¿Alguno se olvidó del improvisado arbitro? Imposible no recordar ese buzo amarillo fluor, pantalón negro y zapatillas celeste con vivos rosas. Una vestimenta que pocos se atreven a usar y que sería mejor que nadie utilizara. Todo sumado al gran detalle de las tarjetas redondas al mejor estilo Angelito Sanchez en Corea Japón 2002. Un juez de tarjeta fácil por momentos y de mucho siga siga en otros pasajes, alguien que claramente no tiene un estilo definido para dirigir y menos que menos criterio para combinar los colores.

Muchas bromas, mucha risa, mucho buen clima. Todo esto, por cursi que parezca, es algo que no se ve casi nunca, algo casi impagable.

La fiesta hubiese sido mayor aun si muchos de los integrantes (sobre todo de MFC) hubieran estado disponibles esa misma tarde y más que nada al anochecer, para organizar algún evento extra deportivo. Lamentablemente este plantel está plagado de gente a la cual el baile le gusta mucho menos de lo que declaran, por ende esto no fue posible. Vale rescatar igualmente que el grueso del plantel Basurero, sumada la presencia del volante izquierdo, el arquero el capitán melmaciano, supieron armar una gran previa de cantos y bebidas espirituosas esa misma noche por el cumpleaños del centro delantero azul, Adrián "Brole" Grillo.

El gran evento quedará para más adelante, ojalá cuando ambos tengan algún resultado deportivo por el cual unirse para festejar. Desde este espacio, le deseamos lo mejor a ambos. Que la hermandad siga para siempre.