¿Latorre está?

Mucho tiempo pasó para que al fin MFC volviera a participar de la Copa Nativa. Se enfrentaba a Timotéo, un equipo de la D totalmente desconocido para los muchachos de zona norte. Con la mismas premisas de siempre encararían el partido los amigos de Alf: juego ofensivo, pelota al piso y concentración durante los 90 minutos. Las premisas se cumplieron casi a la perfección, pero con lo que no pudieron cumplir, fue con el objetivo último de cada ataque y primordial en este deporte: el gol.

Melmac generó cerca de 15 situaciones claras de gol y tan solo convirtió dos. Su rival no pudo pisar el área más de 3 veces, pero convirtió la misma cantidad de goles. Si, un empate injusto desde el desarrollo general del juego pero que no tiene porque preocupar a nadie, ya que el equipo funcionó bien sobre todo en la primera mitad. Los vestidos de blanco (para sumarle más condimentos al "no ganar") tuvieron la pelota en todo momento haciéndola circular de lado a lado, generando espacios en la última linea rival y dejando a los delanteros y volantes que picaban al vació en clara posición de gol innumerable cantidad de veces. La apertura del marcador llegó de una pelota parada que Nachito conectó con un frentazo perfecto. Si todo era tan así ¿cómo llegó el empate?. Tal vez en una de las pocas pelotas que perdió el medio tricolor el rival aprovechó para agarrar a los centrales lejos de su centro delantero, quién se sacó a ambos marcadores de encima con gran categoría, y definió junto a un palo.

El complemento iba a ser un poco más sucio en su desarrollo. La pelota era un poco más compartida y Melmac pasó de ser paciente a vertical, algo que también sabe hacer muy bien. Las llegadas eran más profundas todavía y si bien como dijimos no había un control absoluto del balón, poco hacía Timotéo en ataque. Una muy buena combinación entre los mayores de los clanes Cicciaro y De Angelis, que finalizó con un centro a la perfección de este último para que Rud (goleador del veranito melmaciano) de cabeza conectara el segundo y MFC volviera a pasar al frente. Ya estaba todo controlado, todo listo, todo.. NO. Cuando no pasaba nada de nada, otra pelota perdida en la mitad de la cancha, una especie de contragolpe rápido y un delantero rival que entre el intento de meter la bocha al área para la llegada de un compañero y patear al arco, se encontró con un verdadero golazo que ponía el empate final. Hasta la última jugada tuvo a los de Vicente Lopez como protagonistas con un mano a mano que Ignacio Agustín definió tal como lo indica el manual, aunque a la lección le faltaba el mismo apartado que en toda la tarde dominguera: el gol.

Sin su centro delantero histórico, sin su reemplazante natural y con uno que intentó hacer las veces pero duró en cancha menos de 2 minutos (ver nota anterior), MFC no supo aprovechar la gran cantidad de situaciones que creó. Esto, sumado a algunos desacoples de mitad para atrás, es lo único que explica a la perfección porque fue un empate y no una victoria contundente.

Siempre será mejor que este tipo de partidos anecdóticos tengan lugar durante la preparación y no en el certamen oficial. Habrá que corregir entonces tanto los pocos desacoples defensivos que hubo, como estos pequeños pero determinantes errores en la definición por sobre todas las cosas. Ah, quedó claro: Latorre no siempre está.