jueves, 15 de noviembre de 2012
1, 2, 3 ... (casi) out
Tras las fuertes lluvias del viernes y el frío clima del sábado, muchos pensaron que el domingo no había actividad. Se equivocaban. A pesar de las pésimas condiciones del campo de juego (no por la lluvia si no porque pareciera ser que en Ciudad Universitaria se olvidaron de comprar cal y cortadoras de césped, vergüenza) Melmac y Estudiantes de Trelew se vieron las caras. Uno luchaba para seguir metiendo presión a los de arriba. El otro buscaba escapar de las posiciones que lo comprometían con el descenso. En un partido extraño, donde cada uno tuvo su tiempo, los oriundos de la Patagonia aprovecharon mejor sus pocas chances y redondearon un 3 a 0 tan exagerado como real. Si, contradictorio, pero cierto. Expliquemos los motivos.
En la primera parte Melmac fue mucho más. De hecho, la gran figura de la cancha fue el 1 rival. Un arquero que presentaba grandes condiciones y sacó todo lo que le tiraron. Es cierto, Melmac no generó esas chances "súper" claras a las que nos tiene acostumbrados. No obstante esto, fueron varios los remates de afuera del área, muchos los centros y hasta un par de situaciones claras pisando el área, donde el portero de los sureños no hizo más que demostrar su gran categoría. Y sobre todas las cosas el dominio era notorio en la tenencia del balón. El rival verdaderamente no cruzaba la mitad de cancha, mientras que el elenco tricolor ponía no menos de 7 jugadores en vocación ofensiva. La puntada final, el pase preciso, el remate claro, no aparecía. Y el marcador entonces, moría en 0.
El complemento fue distinto. MFC no entró bien. Estaba más impreciso y le costaba hacerse dominador. La famosa posesión del balón era compartida y el rival, aunque no inquietaba, se soltaba de a poco. Parecía estar todo muerto hasta que un tiro libre frontal en forma de centro para EDT encontró la cabeza de Pepo. Si, un melmaciano que en su afán por despejarla se la cambió de palo a su hermano mayor (improvisado arquero ante la ausencia de Nacho) y decretó el 1 a 0. Ese gol fue una bomba. Una daga que se clavó en medio del corazón Melmaciano. Raro, real. A diferencia de otras ocasiones los tricolores no encontraron rebeldía. Por el contrario, Trelew se agrandó un poco. Y la M igual fue, sin ser claro, pero con coraje. No pudo. Y Estudiantes, para colmo, en la primera que tuvo, lo liquidó de contra cuando ya era Lucho el arquero de fantasía. Se iba la última chance. Lo que restó fue un partido desdibujado. Con 8 o 9 hombres volcados en ataque y un rival que tenía espacios para mostrar cualidades que hasta ese momento no había parecido tener. El tercero y definitivo llegó de cabeza tras una pelota parada, en donde la defensa melmaciana, rendida, abatida, ni si quiera "quiso" marcar.
Este resultado decretó la despedida de los de amarillo de toda posibilidad de luchar por el ascenso. Es tan duro decirlo que cuesta aún hoy creerlo. Esta es la única realidad. Matemáticamente hay una chance demasiado remota. En términos reales, la misma no existe. La derrota tuvo un denominador común con las otras (excepción obviamente de la que sufrió Melmac contra Rocamora): el rival hizo poco para conseguirla de entrada. Ahora bien, hubo algo distinto este domingo y fue que MFC parecía rendido tras el primer gol a pesar de haber ido a buscarlo. Daba la sensación de que el equipo se cansó de tener que correr de atrás y de pagar tan caro errores mínimos ante equipos tal vez no tan duros. Fue una constante a lo largo de este año. Esta vez la M no pudo revertirlo, no supo como. Queda encarar las dos fechas que restan con la única mentalidad posible: ganar. No solo para sumar y que la campaña sea más aceptable, si no para no perder el espíritu ganador y competitivo de este equipo, algo que desde las entrañas de este plantel no se puede negociar nunca. El éxito ahora deberá estar presente de otra manera, cumpliendo otro objetivo: que el plantel se demuestre a sí mismo que bajo ninguna circunstancia se permitirá acostumbrarse a perder y a salir a la cancha sintiendo que "da igual" lo que pase. Eso es vital para la vida de Melmac.
Para todos los que luego del partido se quedaron pensando en la cantidad de puntos tontos que perdió el equipo tricolor en el torneo, este uno x uno...
Gena (6.5): Ante la ausencia del portero titular, el centrodelantero no tuvo problemas en calzarse los guantes. Tuvo poco trabajo y solo tuvo que descolgar algún centro aislado. En el gol, nada de responsabilidad. Luego, cuando pasó arriba se mostró movedizo y activo.
Pepo (6.5): El nuevo lateral melmaciano otra vez estuvo meta ir y venir por la banda, generando constantemente huecos en la defensa de EDT. En defensa, cumplió con lo poco que lo exigieron. Lástima el gol en contra que abrió el marcador para el equipo rival.
Feli (6): La pareja central no estuvo con mucho trabajo a lo largo de los 80 y pico de minutos de juego. A veces pifió un poco en la entrega de la pelota, dándole destino erróneo.
Eloy (5.5): El doc no pudo imponerse como voz de mando en una defensa que atacaron muy poco y lastimaron demasiado. Un partido con actividad casi nula.
Seba (6): Venía de algunos rendimientos muy altos y esta vez pareció haberse contagiado de la tibieza de sus compañeros. Así y todo, fue de los mejorcito que mostró la última línea tricolor, imponiendo el rigor físico ante cada ataque de los muchachos de EDT.
Pini (5.5): Entró para darle un poco más de salida a la defensa, y sumar su cuota de calidad en ofensiva, pero poco pudo hacer. En la marca perdió alguna veces y la que tuvo para definir llegando por el segundo palo de palomita, se la sacaron muy bien sobre la línea.
Diego (5.5): Saltó desde el banco también para aportar algo de juego en una defensa que, en un principio, comenzó formando con cuatros jugadores de marca. Poco pudo hacer ya que la pelota no le llegó demasiado. En la marca, alternó buenos quites con algunas distracciones.
Javo (5.5): El calesita tuvo momentos buenos y malos a lo largo de los minutos que estuvo en cancha. A veces la pisó con calidad e hizo correr la pelota con clase, pero en otras abusó demasiado de la vueltita y terminó perdiendo el balón tontamente.
Manso (7): El volante llegó para darnos una mano en el partido en que las bajas eran bastantes. Entró para darle un poco más de juego al mediocampo y vaya que lo logró. Pidió todas cerca de la línea de los defensas y fue para adelante todo lo que pudo. Muy bien.
Mati (6): El hombre más parecido a Juan Domingo, arrancó desde el banco y saltó al verde césped en lugar de su hermano para darle más movilidad al mediocampo melmaciano. A veces tocó bien, pero sin llegar a profundizar demasiado. Como siempre, se peleó con todos.
Nachito (5.5): El tractorcito no pudo hacer uso de su potencia por la banda. No tuvo a su fiel compañero PNP en gran parte del partido, y pareció haberlo sentido. Las pocas que entró en contacto con el balón, no tomó las mejores decisiones.
Lucho (6): El capitán tuvo la frialdad para dejarle su lugar a un compañero pensando en el bien del equipo. Cuando le tocó entrar, poco tiempo estuvo en su posición ya que el partido exigió que vaya a ocupar la posición de portero. Ahí, recibió dos goles en los que no tuvo responsabilidad.
Lean (6): El otro carrilero de la M anduvo un poquito mejor, pero tampoco logró inquietar a la defensa demasiado. Intentó entrar en juego con el resto de la ofensiva, sin lograrlo de manera exitosa. Para el final, abusó de la individual en esos embates desesperados de la M.
Valen (7.5): El enganche, fiel a la costumbre de este año, volvió a ser de lo mejor del equipo interplanetario. Lástima que por cuestiones laborales se retiró antes del fin del PT. Mientras estuvo en cancha, gambetas, disparos de afuera y pases claros.
Eze (6): Fue de punta junto con Salvador y tuvo intentos aislados que más tuvieron que ver con corajeadas que con buen juego. Intentó poner la pelota al piso, como le gusta a él, pero no siempre lo hizo con éxito. Estuvo lejos de su mejor nivel.
Salva (5.5): El tanque de Olivos fue otro de los que estuvo lejos de sus mejores actuaciones. Aguantó bien algunas bolas pero nunca logró generar peligro con su potencia. Para colmo, se lo vio muy fastidioso con las decisiones arbitrales y discutiendo sin sentido.
Lobo (6.5): Cuando estaba con la pilcha de DT, se manejó fiel a su estilo. Firme y descontracturado a la vez. Luego, cuando le tocó entrar, aportó movilidad y diagonales a una ofensiva melmaciana que intentó bajo todas las formas, pero no pudo hacer daño a la defensa rival.
La hinchada (10): Compañía en las buenas y en las malas. A puro mate, fresquito a la sombra de los árboles y alegría, otra vez hubo amigos, hermanas, novias y demás. La devolución del equipo fue penosa. Para la próxima ojalá sea mejor la performance.
En la primera parte Melmac fue mucho más. De hecho, la gran figura de la cancha fue el 1 rival. Un arquero que presentaba grandes condiciones y sacó todo lo que le tiraron. Es cierto, Melmac no generó esas chances "súper" claras a las que nos tiene acostumbrados. No obstante esto, fueron varios los remates de afuera del área, muchos los centros y hasta un par de situaciones claras pisando el área, donde el portero de los sureños no hizo más que demostrar su gran categoría. Y sobre todas las cosas el dominio era notorio en la tenencia del balón. El rival verdaderamente no cruzaba la mitad de cancha, mientras que el elenco tricolor ponía no menos de 7 jugadores en vocación ofensiva. La puntada final, el pase preciso, el remate claro, no aparecía. Y el marcador entonces, moría en 0.
El complemento fue distinto. MFC no entró bien. Estaba más impreciso y le costaba hacerse dominador. La famosa posesión del balón era compartida y el rival, aunque no inquietaba, se soltaba de a poco. Parecía estar todo muerto hasta que un tiro libre frontal en forma de centro para EDT encontró la cabeza de Pepo. Si, un melmaciano que en su afán por despejarla se la cambió de palo a su hermano mayor (improvisado arquero ante la ausencia de Nacho) y decretó el 1 a 0. Ese gol fue una bomba. Una daga que se clavó en medio del corazón Melmaciano. Raro, real. A diferencia de otras ocasiones los tricolores no encontraron rebeldía. Por el contrario, Trelew se agrandó un poco. Y la M igual fue, sin ser claro, pero con coraje. No pudo. Y Estudiantes, para colmo, en la primera que tuvo, lo liquidó de contra cuando ya era Lucho el arquero de fantasía. Se iba la última chance. Lo que restó fue un partido desdibujado. Con 8 o 9 hombres volcados en ataque y un rival que tenía espacios para mostrar cualidades que hasta ese momento no había parecido tener. El tercero y definitivo llegó de cabeza tras una pelota parada, en donde la defensa melmaciana, rendida, abatida, ni si quiera "quiso" marcar.
Este resultado decretó la despedida de los de amarillo de toda posibilidad de luchar por el ascenso. Es tan duro decirlo que cuesta aún hoy creerlo. Esta es la única realidad. Matemáticamente hay una chance demasiado remota. En términos reales, la misma no existe. La derrota tuvo un denominador común con las otras (excepción obviamente de la que sufrió Melmac contra Rocamora): el rival hizo poco para conseguirla de entrada. Ahora bien, hubo algo distinto este domingo y fue que MFC parecía rendido tras el primer gol a pesar de haber ido a buscarlo. Daba la sensación de que el equipo se cansó de tener que correr de atrás y de pagar tan caro errores mínimos ante equipos tal vez no tan duros. Fue una constante a lo largo de este año. Esta vez la M no pudo revertirlo, no supo como. Queda encarar las dos fechas que restan con la única mentalidad posible: ganar. No solo para sumar y que la campaña sea más aceptable, si no para no perder el espíritu ganador y competitivo de este equipo, algo que desde las entrañas de este plantel no se puede negociar nunca. El éxito ahora deberá estar presente de otra manera, cumpliendo otro objetivo: que el plantel se demuestre a sí mismo que bajo ninguna circunstancia se permitirá acostumbrarse a perder y a salir a la cancha sintiendo que "da igual" lo que pase. Eso es vital para la vida de Melmac.
Para todos los que luego del partido se quedaron pensando en la cantidad de puntos tontos que perdió el equipo tricolor en el torneo, este uno x uno...
Gena (6.5): Ante la ausencia del portero titular, el centrodelantero no tuvo problemas en calzarse los guantes. Tuvo poco trabajo y solo tuvo que descolgar algún centro aislado. En el gol, nada de responsabilidad. Luego, cuando pasó arriba se mostró movedizo y activo.
Pepo (6.5): El nuevo lateral melmaciano otra vez estuvo meta ir y venir por la banda, generando constantemente huecos en la defensa de EDT. En defensa, cumplió con lo poco que lo exigieron. Lástima el gol en contra que abrió el marcador para el equipo rival.
Feli (6): La pareja central no estuvo con mucho trabajo a lo largo de los 80 y pico de minutos de juego. A veces pifió un poco en la entrega de la pelota, dándole destino erróneo.
Eloy (5.5): El doc no pudo imponerse como voz de mando en una defensa que atacaron muy poco y lastimaron demasiado. Un partido con actividad casi nula.
Seba (6): Venía de algunos rendimientos muy altos y esta vez pareció haberse contagiado de la tibieza de sus compañeros. Así y todo, fue de los mejorcito que mostró la última línea tricolor, imponiendo el rigor físico ante cada ataque de los muchachos de EDT.
Pini (5.5): Entró para darle un poco más de salida a la defensa, y sumar su cuota de calidad en ofensiva, pero poco pudo hacer. En la marca perdió alguna veces y la que tuvo para definir llegando por el segundo palo de palomita, se la sacaron muy bien sobre la línea.
Diego (5.5): Saltó desde el banco también para aportar algo de juego en una defensa que, en un principio, comenzó formando con cuatros jugadores de marca. Poco pudo hacer ya que la pelota no le llegó demasiado. En la marca, alternó buenos quites con algunas distracciones.
Javo (5.5): El calesita tuvo momentos buenos y malos a lo largo de los minutos que estuvo en cancha. A veces la pisó con calidad e hizo correr la pelota con clase, pero en otras abusó demasiado de la vueltita y terminó perdiendo el balón tontamente.
Manso (7): El volante llegó para darnos una mano en el partido en que las bajas eran bastantes. Entró para darle un poco más de juego al mediocampo y vaya que lo logró. Pidió todas cerca de la línea de los defensas y fue para adelante todo lo que pudo. Muy bien.
Mati (6): El hombre más parecido a Juan Domingo, arrancó desde el banco y saltó al verde césped en lugar de su hermano para darle más movilidad al mediocampo melmaciano. A veces tocó bien, pero sin llegar a profundizar demasiado. Como siempre, se peleó con todos.
Nachito (5.5): El tractorcito no pudo hacer uso de su potencia por la banda. No tuvo a su fiel compañero PNP en gran parte del partido, y pareció haberlo sentido. Las pocas que entró en contacto con el balón, no tomó las mejores decisiones.
Lucho (6): El capitán tuvo la frialdad para dejarle su lugar a un compañero pensando en el bien del equipo. Cuando le tocó entrar, poco tiempo estuvo en su posición ya que el partido exigió que vaya a ocupar la posición de portero. Ahí, recibió dos goles en los que no tuvo responsabilidad.
Lean (6): El otro carrilero de la M anduvo un poquito mejor, pero tampoco logró inquietar a la defensa demasiado. Intentó entrar en juego con el resto de la ofensiva, sin lograrlo de manera exitosa. Para el final, abusó de la individual en esos embates desesperados de la M.
Valen (7.5): El enganche, fiel a la costumbre de este año, volvió a ser de lo mejor del equipo interplanetario. Lástima que por cuestiones laborales se retiró antes del fin del PT. Mientras estuvo en cancha, gambetas, disparos de afuera y pases claros.
Eze (6): Fue de punta junto con Salvador y tuvo intentos aislados que más tuvieron que ver con corajeadas que con buen juego. Intentó poner la pelota al piso, como le gusta a él, pero no siempre lo hizo con éxito. Estuvo lejos de su mejor nivel.
Salva (5.5): El tanque de Olivos fue otro de los que estuvo lejos de sus mejores actuaciones. Aguantó bien algunas bolas pero nunca logró generar peligro con su potencia. Para colmo, se lo vio muy fastidioso con las decisiones arbitrales y discutiendo sin sentido.
Lobo (6.5): Cuando estaba con la pilcha de DT, se manejó fiel a su estilo. Firme y descontracturado a la vez. Luego, cuando le tocó entrar, aportó movilidad y diagonales a una ofensiva melmaciana que intentó bajo todas las formas, pero no pudo hacer daño a la defensa rival.
La hinchada (10): Compañía en las buenas y en las malas. A puro mate, fresquito a la sombra de los árboles y alegría, otra vez hubo amigos, hermanas, novias y demás. La devolución del equipo fue penosa. Para la próxima ojalá sea mejor la performance.
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2 comentarios:
Por lo menos ponganme un puntaje como tecnico...
frescos
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