Jugó otro deporte

Por la décimosegunda fecha del Torneo Abierto de la UBA, el elenco tricolor se enfrentó al viejo conocido Chacabuco CC. En un partido que no regaló demasiadas emociones, el 0 a 0 fue el resultado más lógico. Melmac FC no supo o no pudo imponer su juego a lo largo de los 80 y pico de minutos. El rival, por su parte, se dedicó a esperar bien metido, y  apostando a una contra que jamás generó. MFC no sufrió, pero menos logró arrinconar contra su arco CCC, que sin dudas se llevó lo que fue a buscar.

En la primera mitad casi no hubo llegadas a los arcos. CCC pisó el área de Nacho solamente cuando encontró un pequeño hueco o desajuste en la última línea melmaciana. Ni así tuvo alguna situación clara. Por su parte los interplanetarios intentaron generar juego asociado, aunque no impusieron superioridad por los costados, algo característico en los ataques tricolores. En la mitad de la cancha se disputaba mucho y se jugaba poco. Para colmo, ante cada remate de media distancia que se iba desviado (y los de Alf tuvieron varios), ir en busca de la pelota era toda una aventura que se robaba casi 1 minuto de juego. Pesado, denso, aburrido. Así fueron los primeros 40.

Melmac intentó ser más claro para generar peligro desde el arranque de la segunda mitad. Seguía concentrado en la última linea y no entregaba espacios. Igual le costaba ser claro arriba. La entrada de Domenech le dio mayor presencia en campo rival, más tenencia de pelota, pero el equipo perdió profundidad. Hubo un par de desbordes que terminaron mal ejecutados y alguna que otra asociación aislada. Pasada la mitad del segundo tiempo el partido se vio plagado de discusiones y roces absurdos. A MFC esto pareció afectarle porque cayó en su rendimiento y salvo una clara sobre el final, donde Matías no llegó a definir con comodidad, no pasó nada. A Chacabuco esto le venía como anillo al dedo. El pitazo del arbitro marco el final de un mal partido.

La concentración fue el punto más alto del equipo. No desordenarse ni permitir que un equipo bien agazapado pueda generar un contra golpe peligroso, es un mérito. No obstante, el haber perdido la inteligencia para atacar en momentos claves queda como deuda. Melmac terminó por caer en el terreno que menos le conviene: el de la disputa cuerpo a cuerpo en cualquier sector, el de la jugada individual, etc. Es decir, en cierto momento perdió la paciencia, algo que como ya se vió, es vital para ganar esta clase de partidos. Todo esto quedará para charlar y trabajar de cara a lo que resta. Que el éxito siga viajando en el bolso tricolor.

Y para todos los que creen que el 152 es el mejor bondi del AMBA, el uno por uno...

Nacho (6): El arquero tuvo una tarde demasiado tranquila. Es que los rivales no propusieron nada en ofensiva a lo largo de los 80 y pico de minutos, por lo que su tarea se limitó a algunas salidas rápidas y saques precisos con el pie para habilitar a sus compañeros.

Pepo (6): Parado de lateral por la derecha, intentó juntarse con los de arriba para romper el cerco que proponía Chacabuco, pero no llegó tuvo ninguna oportunidad clara de desequilibrar y llegar al fondo. En la marca, correcto tal como nos tiene acostumbrados.

Seba (7): El mejor de la defensa, y lo mejorcito del partido. Se impuso siempre en las aisladas contras que intentaban los hombres de CC, y fue un muro a lo largo de todo el partido. Cortó con inteligencia algunas jugadas (y fue amonestado por ello). Bien.

Eloy (6): Otro de los hombres que tuvo una mañana tranquila. Se ordenó muy bien con Seba, pero no tuvo mucha partipación mas allá de algunas jugadas que llegaban por arriba, terreno donde el doctor siempre se impone. Llegando al final, casi pierde la cadena.

Pini (6): El moreno estuvo bien en la marca, en las pocas que lo atacaron. Hasta fue al piso en una jugada, cosa inusual en él. Luego en ataque, intentó todo el partido pero no llegó a marcar la diferencia llegando al fondo. Partido correcto de el muchacho de las aguas.

Diego (6.5): El máquina saltó a la cancha cuando mediaba el segundo tiempo y se paró por la banda izquierda, llevando adelante una correcta actuación en las pocas que lo atacaron, y dándole siempre un buen destino al balón, fiel a su estilo.

Javo (6.5): La calesita cumplió una buena labor. Arrancó el match un poco errático pero se fue acomodando a medida que pasaban los minutos. Cuando el partido se lo permitió, jugó la bola simple y con buen destino, como lo hace cada fin de semana. Bien.

Nachito (5): El tractorcito estuvo desconocido. Desde el comienzo del encuentro estuvo impreciso, y fastidioso, porque las cosas no le salían como él quería. No pudo formar la dupla de siempre con PNP, y su rendimiento se fue diluyendo. Solo un mal partido para él.

Mati (6.5): El menor de los Cicciaro fue uno de los que siempre intentó ir para adelante, con algunas buenas decisiones y otras no tanto. Sorpresivamente, mostró un signo de madurez y no entró en la provocación de los rivales cuando el partido estaba caliente. Bien.

Valen (6): El rubio enganche estuvo muy bien marcado y no pudo hacer pesar su talento y su gran estado físico. Entró mucho en el roce que proponían los rivales, y se peleó con todos. En las pocas que se dedicó a jugar, lo hizo de buena manera, pero fue en contadas ocasiones.

Lobo (6): Venía de ser la gran figura del encuentro anterior y esta vez le tocó chocar, chocar y chocar contra los defensores rivales que nunca le dieron oportunidad de desequilibrar con su velocidad. A pesar de eso, lo intentó en todo momento, con un gran esfuerzo.

Gena (6): Otro de los que lo único que hizo fue chocar contra los defensores, sin lograr claridad en ninguna jugada. Lo intentó, se movió buscando el hueco pero nunca apareció. Tuvo una jugada aislada, de rebote en un córner y el arquero se la tapó con el pie, dándose vuelta.

Eze (6): Entró en lugar del 9 e intentó darle un poco más de fútbol a un equipo que lo único que hacía era ir para adelante sin demasiado criterio. Por momentos lo logró, pero sin que esto llegue a desordenar demasiado a la estructura defensiva de CCC.

La hinchada (10): Otra vez un domingo a la hora de la siesta, y sin embargo los amigos de M y algún padre se hicieron presentes en el césped de CU. Se llevaron un dolor de ojos, un empate aburrido y monótono y se fueron cantanto "a ver a ver los jugadores si pueden oir".