Entrevista de la semana: "Cabeza"

"El equipo que estoy empezando a amar"

En una nota a fondo, el hombre más habilidoso del Tricolor, habla de todo y de todos. Dice que se muere por jugar con sus hermanos, ataca a los que creen que es un fantasma y sueña con poder festejar el ascenso en "el galpón del pueblo". Un "Cabeza" auténtico.

¿Qué te movió para llegar a Melmac FC?
- Cuando iba a ver los partidos el año pasado, me entusiasmaba la idea de formar parte de un equipo, que más allá de ser un equipo, sea un muy buen grupo de amigos.

Y hoy que ya sos parte del grupo. ¿Cómo te sentís?
- La verdad que estoy muy feliz y entusiasmado. Nunca había vivido la experiencia de jugar con un grupo de amigos en el que haya democracia para los cambios y las decisiones tácticas. Desde el primer momento en el que llegué me hicieron sentir muy cómodo, me recibieron de la mejor manera y recibí el apoyo de los integrantes del equipo. Además creo que con el plantel que tenemos podemos pelear por grandes cosas.

Muchos no creían que te ibas a enganchar tan rápido en todo esto. ¿Por qué todo se dió así?
- El mundo Melmac es así, te atrapa. Vos fijate que mi hermano todavía no es parte del equipo y siempre está ahí atrás de la linea de cal. Es algo maravilloso, hay mucho compañerismo que hoy por hoy no se ve en todos lados. Es un grupo muy unido y muy abierto que recibe a la gente, como me recibió a mi, de la mejor manera. Ahora entiendo a los que en algún momento priorizaron Melmac por sobre otras cosas. Esto me sirvió para darme cuenta que hay personas que te bancan, que son abiertas y otras que tienen el cerebro chiquitito y que si les faltás a un entrenamiento no te ponen nunca más.

Te noto enojado. ¿Es con alguien en especial?
- Mejor dejemoslo ahí, prefiero no irme de boca.

Ok, cambio de tema. ¿Creés que te miman más por ser el menor del plantel?
- Puede ser. Me ven como la mascota, pero a medida que el entrenador me vaya dando oportunidades, tengo que demostrar que no soy ninguna mascotita, que estoy para pelear el puesto con cualquier compañero.

Justo que hablas del entrenador. Son muy parecidos físicamente y él confía muchísimo en vos. ¿Eso es bueno o te vuelve un poco loco?
- Si, Domenech me brindó su apoyo desde que llegué al tricolor. Me parece que ve reflejado en mi, el jugador que fue en la infancia. Pero también por otro lado, siento mucha presión de su parte: yo soy de los jugadores que les gusta el juego de Riquelme, que si hay que dar un pase para atrás lo da, y eso el DT no lo entiende, desde el minuto 1 hasta el 90 me pega unos gritos que parecen los de Buonanotte, para que no deje de encarar.

¿De qué tenés más ganas: de pasar a la segunda ronda o de concretar tu primera salida melmaciana?
- Es difícil. Obviamente quiero estar en la segunda ronda ya, pero me parece que en la zona estamos muy bien encaminados y es casi un hecho la clasificación, aunque no hay que subestimar a nadie. Y la verdad es que me desespero por copar Caix con el Tricolor. No veo la hora de encarar junto al capitán, al Lobo y volver locas a la mujeres. Me imagino arriba del auto agarrando la Panamericana y se me cae la baba.

Todos coinciden en que sos "el diferente" del equipo. ¿No deberías usar la 10?
- No, no soy difrente, soy igual a los demás y sobre todo a Domenech. Tengo que tener los pies sobre la tierra para dar lo mejor de mi y que me compre el Real Madrid como ya lo hizo con Latorre. En cuanto a la camiseta, te digo que de ninguna manera me pondría la 10 estando presente el Lobo. Él se la merece por trayectoria y por el juego que despliega todos los fines de semana. Por desgracia, compartímos cancha apenas unos minutos y después se lesionó. Creo que podríamos formar una buena dupla.

Tanto a vos como a Salva les critican el exceso de firulete. ¿Crees que no los comprenden?
- El firulete es la base del fútbol. Hay gente que prefiere hacer goles y otros como Salva y yo que preferimos tirar un lindo caño o una buena rabona. Siempre intento de que sea productivo. A veces es necesario dar muchas vueltas para lograr un objetivo ¿O acaso cuando encaran a una mina no dan mil vueltas para lograr el objetivo final?. No me olvido nunca uno de mis primeros pasos en el equipo de Alf, un partido en las canchas de Asturiano, pegué 200 vueltas para convertir un gol, yo sabía que si pegaba 199 no lo metía.

Te hago una pregunta táctica. ¿En que lugar de la cancha te sentís más cómodo?
- Me siento más cómodo como enlace, creando y distribuyendo el juego. Creo que con las dos potencias que tenemos en la delantera, podría llegar a salir un buen tridente. Algunos dicen que también soy volante por izquierda, pero no saben que tengo menos ida y vuelta que el muñeco Gallardo.

Te hago una fribola. ¿En que lugar del baile te sentís mas cómodo?
- Con el bracito apoyado en la barra es donde mejor la paso. De todos modos, cuando empieza a sonar "Sentimiento Villero" no puedo evitar ponerme a agitar, con uno de mis estribillos preferidos: "Y ahora yo, dejo todo por ver a Melmac campeón, tricolor, yo te sigo de la cuna hasta el cajón. Y sabés que dejo la vida por esos colores. Allá va caminando toda la banda de Alf".

Los que te conocen dicen que podes dar mucho más. ¿Pensás que aún no explotaste?
- Ya lo hice en el 2005 con Alvaro López como DT. En ese momento sentía que tenía alas, pasaba a los defensores como si fueran conos. Así que a los que piensan que no exploté, les aviso que están muy equivocados. Hoy trato de dar lo mejor de mi, pero se que va a ser muy difícil igualar lo que hice aquel año.

¿Con esto terminás de callar a los que dicen que sos una mentira?
- Obvio. Ojalá que este año todos podamos lograr nuestro mejor nivel y alcanzar el preciado ascenso.

Siempre dejo para el final que el entrevistado cierre contándonos cual es su anhelo para fin de año y vos me hablaste de ascenso. ¿Es este el tuyo?
- Sin dudas. Por diversos motivos no se pudo lograr los años anteriores, a pesar de tener buenos planteles. Creo que este es EL año, y no se nos puede escapar nuevamente. Todas las noches sueño con la final, si contamos todos los sueños ya hice como 34 goles (risas). Espero llegar a esas instancias, poder convertir o tirar un caño y festejar a lo loco. ¿Dando la vuelta olímpica? No seamos ingenuos, festejar es otra cosa: hacer una linda previa en el galpón del pueblo y partir rumbo al baile tirando las paredes que a veces en la cancha no se hacen.