La sinfónica de tu hermana

Para sorpresa y asombro de la banda melmaciana, los escritorios de Ciudad Universitaria decretaron que el tricolor debía presentarse por segundo fin de semana consecutivo en la continuidad del torneo de la Categoría B. Se trataba de la 3ra fecha de este certamen, que encontraba de un lado al equipo de Alf (que acarreaba puntaje ideal luego de dos contundentes triunfos) y a Fedeybruno, un equipo joven que los planetarios habían enfrentado en alguna lejana pretemporada. Estaba todo dado para que la pelota siguiese rodando en un agradable sábado del mes de Julio, en la única cancha de césped sintético de todo el predio universitario.

Cuando se hizo el recuento de jugadores típico de cada encuentro, se llegó a la conclusión de que había varias bajas para el sábado. Eloy, estaba de guardia y no iba a poder asistir, Javo seguía lesionado recuperando su tobillo, Pica había recibido una tarjeta roja que le impedía ser parte de los convocados, el Colo ya no da señales de vida, el capitán se ausentó por un fuerte dolor de panza y el Cabezón que había decidido auto-excluirse del once inicial para cuidar sus piernas para un partido que tenía por la tarde. Sin embargo, la cantidad y calidad de jugadores con la que cuenta este plantel, hacía que tanto los 11 que salieron a jugar, así como también los que quedaron en el banco, demostraron estar a la altura del torneo y de la categoría.

Con un esquema ofensivo se plantó el tricolor en la cancha. El arquero y la defensa de siempre, Mati solito en el círculo central, dos volantes bien ofensivos como Rud y Nachito, un enganche clásico como Dome y los dos históricos puntas del equipo de Alf. Los primeros minutos fueron un calco de lo que iba a suceder a lo largo de todo el partido. La defensa muy firme, el mediocampo ordenado con el menor de los Cicciaro en un nivel superlativo, los volantes explosivos que iban y venían por las bandas, y tanto el enganche como los delanteros, con mucha movilidad. El control era todo de Melmac, y así llegó el primer gol. Nachito recibió una pelota que venía picando, y desde afuera del área le dió un suave toque para dejar fuera de competencia al arquero, con un sombrero delicioso. El monopolio seguía su curso y llegó el segundo con una infinidad de toques entre volantes y delanteros, que terminó otra vez con Nachito solo entrando por la izquierda y definiendo suave a un palo. El tercero tampoco tardó en llegar, luego de un desborde impecable de Domenech, que terminó en centro para Latorre, que con una volea hundió la red para sentenciar el partido.

El saldo del primer tiempo fue indiscutible: funcionamiento excelente, victoria holgada y tranquilidad para el complemento. El banco comenzó a moverse, y saltaron a la cancha Diego, Salva y Cabezón (algunos en el entretiempo, otros en los primeros minutos del segundo tiempo). Ya más relajado por el resultado, el equipo tricolor le cedió la iniciativa a su rival, que no mostró muchas armas para inquietar el arco de Nacho. Melmac se dedicaba a hacer circular la pelota, no cansarse y poder salir de contra cuando el juego lo permitía. En una de las escaladas ofensivas, una corrida del lobo terminó en penal, que el mismo wing se iba a encargar de patear. Apuntó abajo, suave sobre la izquierda del arquero, que adivinó la intención y se quedó fácilmente con el balón. El partido siguió, y hasta el final fue más de lo mismo. Un contrincante que no acercaba peligro, un equipo de Alf tranquilo, y de repente el pitazo final.

Otra vez Melmac no solo ganó, sino que también jugó bien, mostró variantes y se supo adaptar a los diferentes esquemas y nombres. Esta vez se agrega el plus de que no recibió goles, algo que le sigue dando confianza a Nacho en su vuelta a las canchas. El camino que sigue es más difícil de lo que se jugó hasta ahora. Todavía los melmacianos no enfrentaron a ninguno de los equipos fuertes de la categoría, pero es justamente en esos partidos donde los oriundos de la zona norte, sacan lo mejor de cada uno. Después de varios años de comienzos irregulares, esta vez Melmac arrancó con puntaje ideal, con un buen funcionamiento y con muchas ganas de seguir por el camino de la victoria. Depende pura y exclusivamente de sus jugadores. Ojalá que el éxito siga surcando los caminos tricolores. La seguimos recibiendo con los brazos abiertos.

Para todos los locos que el domingo repitieron criolla y chimichurri todo el día, el uno x uno...

Nacho (6): Realmente tuvo muy poco trabajo. Alguna que otra intervención en pelotas divididas que llegaban ya sin peligro a su valla. Se equivocó en una salida con los pies que en vez de reventarla quiso "carrizearla" y terminó en los pies de un rival. Atento Nacho!

Seba (7.5): Mete el muchacho este. Cada vez que los delanteros se aceraban a la banda derecha, terminaban chocando contra la pared. El resultado era: la pelota terminaba afuera o el delantero tirado en el piso. Muy bien se lo vió a "O rei do laterales". Gracias por la magia.

Pepo (6.5): Si bien no le llegaron demasiado a la dupla central melmaciana, Bernardo fue simple y preciso en cada corte que tuvo que realizar. Algo a lo que nos tiene acostumbrados este gran defensor. Estuvo un poco impreciso en los pases, rifando varias veces el balón desde la cueva.

Feli (6.5): Otro que casi no tuvo trabajo. Quitó algunas, estando muy firme en espacios reducidos y en el pie a pie. Le llegaron muy poco mano a mano por la excelente labor del volante central. Poca participación del moreno, que aceita la dupla central con Pepo.

Diego (6.5): Entró tomando el lugar de "O rei do laterales" y se dedicó a hacer simple cada pelota que pasaba por sus pies. No fue el partido que más pasó al ataque, pero sin embargo sumó su grenito de arena en este torbellino ofensivo llamado Melmac.

Pini (7.5): Esta vez sí quedó un surco por la banda izquierda. El profe de tenis se sacó la careta y creemos que no pisó la mitad de cancha defensiva. Fue hasta el fondo en interminables ocasiones, tiró centros con zurda y con derecha, y se asoció de gran manera a la ofensiva.

Mati (9): Cuando se enteró que iba de 5 solo, puso la mirada firme y dijo "perfecto". Ordenó al equipo desde la mitad, se acercó a jugar con los centrales, los laterales, los volantes y los puntas. Quitó, jugó, corrió y hasta tiró lujos. Se comió la cancha el menor de los Cicciaro. Gran figura.

Rud (7): El cuerpo técnico le dió confianza y lo puso todo el partido para que vuelva a demostrar su interminable ida y vuelta. Marcó lo justo y necesario, y alternó buenas y malas en ofensiva, mostrándose como un gran socio de Domenech en la generación de juego. Bien Rud!

Cabeza (4): En los minutos previos al partido aclaró que no quería jugar para cuidar sus piernas. El cuerpo técnico lo respetó y lo mandó a la cancha recién a los 15 del segundo tiempo. Nunca marcó, nunca corrió, no estuvo comprometido y para colmo sobró el partido.

Nachito (9): El tractorcito jugó en la posición que más cómodo se siente. Un volante por izquierda con una marca férrea, un ida y vuelta electrizante y para colmo con mucho gol. Una definición exquisita para el primero, una linda corrida para el segundo, y mucho sacrificio siempre.

Domenech (8.5): El melenudo enganche tenía la misión de ser el eje de los ataques melmacianos. Lo cumplió a la perfección. La pelota siempre pasó con él, se asoció con sus compañeros, metió pases gol y estuvo en contacto permanente con "la caprichosa". Bien Dome!

Salva (6.5): Entró para darle un poco más de tenencia al mediocampo melmaciano que ya no necesitaba salir en busca del resultado. Estuvo un poco retrasado, más como volante que como delantero. Las pocas que participó lo hizo de manera correcta y tiró alguna que otra magia.

Lobo (7.5): Sigue corriendo, sigue ayudando en la marca, sigue desborando y sigue siendo el wing que necesitan tanto Latorre como todo Melmac. Tiró centros precisos, generó faltas constantes (hasta el penal que él mismo malogró) y se retiró luego de una patada descomunal.

Latorre (7): Buscó ser siempre una de las tantas opciones de ataque, pero casi todo el primer tiempo se mostró bastante impreciso. Tuvo una en el travesaño, una que le tapó el arquero y finalmente llegó su gol. Luego, pivoteó bien, bajó algunas pelotas y cerró un buen partido.

La hinchada (10): Las novias siguen firmes junto a la línea de cal, divertidas por una calesita que alegra hasta al más parco, con la compañía del realizador futbolístico de la "linter-vincha" y el apoyo de los jugadores y padres "basureros" que ya son casi como hermanos. Que hinchada!