Una obra de arte y tres golcitos

"¿Cuándo volvemos?". Esa era sin dudas la pregunta que todos los melmacianos de corazón se hacían día tras día. Se ve que desde las oficinas de Ciudad Universitaria escucharon las quejas tricolores y en este fresco domingo si los ha habido, Melmac FC retornó al verde (aunque cada vez más amarillo) césped. Le tocaba chocar contra CEBA Fútbol, un equipo que el pasado año jugó en la A y perdió la categoría. En su debut el rival había perdido por 3 a 1 frente a Angelotti, otro que descendió a la B. Por su parte Melmac había debutado con el pie derecho goleando por 6 a 1 a Morocos.

El arranque del partido fue desprolijo. Ninguno de los dos equipos se paraba bien en la mitad de la cancha y la pelota era un rato de cada uno. Este desorden cambió abruptamente cuando los dos volantes centrales de la M comenzaron a marcar y jugar. Fue así que aparecieron las primeras chances claras de gol y el dominio era cada vez más notorio. La apertura del marcador llegó a través de los 12 pasos cuando el Lobo cambió la pena máxima por gol (definición flojita, pero gol al fin y al cabo). MFC estaba firme, pero un error individual iba a darle vida a los de azul. Es que el mayor de los De Angelis, que cumplía una tarea aceptable, cometió un penal tan tonto como dudoso o "no cobrable" y el 9 rival lo cambió por gol. Hubo algunas chances más para Melmac que intentó reaccionar rápido, pero la primera mitad moría sin pena ni gloria.

En el entretiempo, Domenech ingresó por Mati y la M sumaba un jugador más al ataque, algo realmente necesario para darle más aire y compañía a los de arriba. Los segundos cuarenta minutos fueron dominados de principio a fin por los amigos de Alf. De Angelis y Dotta ganaban constantemente por afuera y fue justamente el blondo volante el que, con un zurdazo cruzado, puso las cosas 2 a 1. Nuevos cambios le siguieron dando frescura al equipo y lo mejor aún estaba por verse. Saben que cada tanto nos salteamos la cronología de los hechos y créannos que esta vez vale la pena, ya verán el motivo. Ah, el cuarto y definitivo lo marcó Ezequiel con un derechazo fuerte al primer palo a la salida de un lateral que el cabezón jugó rapidito a la espalda de los defensores. Partido definido y ahora, la frutilla del postre.

Los párrafos aparte solo se los merecen los hechos o situaciones destacadas y el tercer gol de los tricolores sin duda que lo fue. De un rechazo a la salida de un corner, Pica dominó la pelota en mitad de cancha y con una deliciosa rabona empezó todo. Ezequiel recibió y se conectó con el volante derecho, De Angelis. Este trasladó y abrió toda la bocha a la izquierda donde Diego ya se paraba en posición de ataque. El hombre de la rasta volvió a asociarse con el enganche melmaciano que seguía participando de la jugada y tiró un par de paredes con el lungo volante que usa la 7. Se ve que Lucho se cansó de tanto toque para los costados y decidió ser vertical entregándole la pelota al centrodelantero melmaciano. El infalible búfalo giró rápido dentro de los 18 metros y no dudo. Su derechazo cruzado decretaba el tercero, un verdadero golazo.

Los melmacianos se enfrentaron a un equipo más duro e interesante que el de la primera fecha. El rival presentaba buenas individualidades de mitad de cancha hacia adelante y la defensa de los del norte tuvo que estar siempre atenta para impedir que los arrebatos generalmente individuales terminaran en algo más. Eso y saber sobreponerse a ciertos baches que tuvo el partido, fue lo mejor del elenco interplanetario. Un segundo tiempo casi perfecto que se arrancó bien desde el banco con las decisiones tomadas en el descanso, cuando la M se enfocó en ir a buscar el partido bien arriba. Un paso más en este largo camino que, sin dudas, es importante. Melmac volvió a jugar muy bien por momentos y a demostrar la superioridad sobre los rivales que son inferiores futbolisticamente hablando, algo que como se sabe el año pasado le costó y mucho. Esta es la forma y ojalá este sea el camino. Que el éxito siempre viaje en el bolso de las amarillas.

Para los aquellos grandes hombres que se harán presentes el jueves en Víctor, el uno x uno...

Nacho (7): Hizo todo simple, algo muy importante sabiendo la lesión de la que volvía después de mucho tiempo. Sacó rápido, quiso siempre salir jugando y resolvió correcto las pocas situaciones que le llegaron. En el penal, nada que hacer.

Seba (7): Ganó de arriba, fue firme en la marca, y salió jugando con mucho criterio. Una muestra más de que no solo de sus laterales vive. Lamentablemente su arma más letal esta vez estuvo un poco imprecisa. Que cosa rara.

Pepo (9): Una fiera. No se equivocó nunca a lo largo de los 80 minutos. Se entendió bien con sus respectivas zagas, pero siempre siendo la rueda de auxilio del equipo. Ganó de arriba, de abajo del costado y del medio. Un verdadero titán.

Eloy (7): Muy bien se lo vió al doctor, que se hizo patrón del fondo y metió la pata cuando la pelota venía caliente. No perdió ninguna pelota dividida, dejando en claro que la delicadeza, solo la necesita para su trabajo. Un animal nuestro hombre de mayor experiencia.

Pini (6.5): Lo que mejor hizo el moreno fue recibir la pelota y jugarla simple y rápido. Algo que siempre se le pide. No pasó tanto al ataque, debido al esquema con dos carrileros que utilizó Melmac durante el primer tiempo. Cumplió.

Diego (6.5): Otro que cumplió una buena tarea. Cerró su banda cuando el partido así lo pedía y en algunas se dió el lujo de pasar al ataque. Su momento más alto fue claramente haber tocado la pelota en el fantástico tercer gol melmaciano. Bien por Diega.

Feli (6.5): Él mismo confesó cuando terminó el partido que casi no tocó la pelota. Las pocas que tuvo las hizo bien, pero casi no hizo falta su participación porque el mudo compañero de zaga hizo todo lo que hacía falta para que a Nacho no le lleguen más.

Mati (5): No pudo hacer pie en su función de carrilero durante el primer tiempo. Corrió mucho pero lo hizo de forma desconcertada y poco inteligente. Nunca terminó de asociarse con los volantes y con los delanteros. Solamente una floja tarde de un crack.

Lucho (7.5): Cada vez más seguro se lo nota al capitán de los tricolores. Entiende a la perfección la posición de doble cinco y se desprende como Di María cuando juega de 8. Físicamente se lo nota bien, y cada vez toma más confianza. Bien capitán!

Nachito (7.5): Hubo dos Nachitos. El del primer tiempo estaba perdido, revolcándose por el piso sin terminar de acomodarse. El del segundo, puso la pelota en la suela, distribuyó, cortó cien pelotas dejando la vida y encima intentó sumarse en ataque. Gran mejora del racinguista.

Cabeza (8.5): La rompió. Después de años de intentarlo, pareció haber entendido como sacar mayor ventaja: sin chocar, sin querer pasarse a 4 rivales. La recibía, tocaba e iba a buscar, tiraba centros y pateaba siempre que tenía la posibilidad. Así llegó su gol. Un fenómeno.

Colo (6.5): No entró mucho en juego el volante, pero se vió algo increíble, que los periodistas presentes no lo podían entender. Corrió dos o tres veces a un rival desde atrás y NO LE PEGÓ UNA PATADA. Siempre intentando cortar limpiamente, y sacando la bola rápido y seguro.

Rud (6.5): Otro de los muchachitos que no tuvo demasiada trascendencia en el juego. Entró en los últimos 10 minutos y tuvo un mano a mano que se le fue larga y el arquero rival resolvió bien. Jugó contra un equipo que ya estaba entregado anímicamente.

Lobo (9): Fue otro de los que no tuvo errores, como Pepo. Corrió, desbordó, generó corners, bajó a recuperar la pelota, y para colmo HIZO UN GOL. Aunque usted no lo crea, el penal del tricolor fue del lobo y terminó en el fondo de la red. Así se lo quiere al mejor wing de la UBA.

Pica (7): Entró muy bien el hincha del último campeón del fulbo argentino. Corrió todas las pelotas que tuvo cerca, descargó siempre de manera acertada, y tiró una rabona tan lujosa como innecesaria que comenzó con el fabuloso tercer gol de Melmac. La roja: mala suerte.

Dome (8): Este melenudo enganche entró para darle al equipo aquello que faltaba: un nexo entre volantes y delanteros. Eso de sumar al Dome en ofensiva le hizo muy bien al tricolor. Distribución de pelota, criterio para tenerla y encima se despachó con un gol. Gran partido.

Latorre (7.5): El primer tiempo estuvo desconectado, no pudiendo hacer pie en las pocas situaciones que le pasaban cerca. En el segundo tiempo volvió al circuito de juego, pivoteó bien y para colmo se despachó con un golazo característico de un temible centrodelantero.

La hinchada (10): El gran momento del tricolor hace que las mujeres se acerquen en mayor número a los partidos. Las botineras están mejor que nunca, acompañando a pesar del frío. Un agradecimiento para las novias presentes, para las hermanas y para las amigas. También un agradecimiento especial a Guido y al padre de los Cicciaro que, bajo un disfraz de pitufo, acompañó a Melmac como cada fin de semana. También alentó desde afuera el dueño de la calesita más famosa de Vicente López, que de a poco va aceitando engranajes para volver.