Como los indios

Una mañana soleada, los primeros días templados de una primavera que asoma y dos equipos dispuestos a enfrentarse en un lindo partido de fútbol. La previa era ideal para el puntero del campeonato que buscaba mantener ese liderazgo que agarró al principio del torneo, y por el otro lado un equipo que peleaba abajo, pero que quería despegarse de la zona caliente y a su vez dar el batacazo de bajar al líder. Por el lado de MFC, muchas bajas de renombre. Como habrán visto en algunas notas previas, este es un plantel muy viajado, y para este fin de semana tenía a algunos de sus integrantes dispersos por el continente (alguno en Bariloche, otro en Punta Cana, etc). Sin embargo, el once inicial presentado por el equipo tricolor asustaba a cualquier rival.

Lo que no asusto durante toda la mañana fue el fútbol que propuso Melmac FC. Lo mejorcito se vio en el arranque del partido, pero después la maquina comenzó a fallar. De arranque entonces la M era más y se lograba poner en ventaja tras una buena jugada que combinó varios toques por derecha, un buen cambio de frente para Nachito y un mejor centro que termino en gol de Salva, el mejor de la cancha. Pero no era una gran mañana. Se cometían muchas faltas cerca del área y se dejaba venir a un rival que mostraba poco. Así fue que, de un corner de IB, llegó el empate tras un frentazo genial que se coló justo en el ángulo más alejado del De Angelis menor. Sin dudas se iba una primera mitad con muchas cosas para reveer.

Y no fue la segunda mitad muy distinta a la primera. La diferencia más importante fue que MFC encontró el segundo gol bien rapidito con Latorre a la salida de un tiro de esquina y desde ahí a Indio Bob no se le cayó una idea. Las del equipo interplanetario tampoco eran muy buenas que digamos. Todo quedaba a la espera de alguna contra porque el rival, obligado por el resultado, dejaba muchísimos espacios defendiendo con la última línea muy lejos de su arquero. La M generó varias contraofensivas aprovechando la velocidad de sus hombres de ataque, pero la puntería de Kadara no fue buena, el oportunismo de Salva ya había agotado su cuota diaria y entonces el partido, malo malo, no se definía. Nacho no sufría porque el error más importante de este equipo (la marca en las pelotas paradas) fue solucionado durante el complemento.

El equipo se desahogo con el pitazo final porque no fue una buena mañana. Se luchó y metió más de lo que se jugó y por eso tal vez en el epílogo los tres puntos se valoraron mucho. No siempre las cosas salen como uno las planea y el sábado fue el fiel reflejo de esta frase tan trillada. Fue de esos partidos más bien batallados que jugados y por eso el título refleja bien lo que ocurrió. Es valorable que en un equipo donde se privilegia el buen juego, a nadie se le caigan los anillos a la hora de meter y redoblar los esfuerzos para conseguir un triunfo. Habrá que volver a agregarle a esto la confianza que viene de la mano del buen juego colectivo. Que los éxitos sean más melmacianos que de costumbre.

Para todos aquellos verdaderos hombres del fútbol que todavía mantienen los códigos dentro y fuera de la cancha, va dedicado este humilde uno x uno...

Nacho (6): Nada que hacer para el portero en el gol de los indios. Luego una labor correcta y nada más. Le llegaron en contadas ocasiones, y todas fueron sin demasiado peligro. Un partido sin sobresaltos para nuestro querido Benji.

Seba (6.5): Dentro de una defensa que, al igual que el resto del equipo, estuvo un poco imprecisa y desatenta, el férreo lateral fue de lo mejorcito. Siempre dejando la vida en cada pelota y sumando en ofensiva con su arma letal.

Pepo (6): No tuvo mucho trabajo el muro ya que la mayoría de los ataques rivales llegaban con pelotazos a las espaldas de los laterales o con centros aislados. Un partido discreto, como la media general del equipo. Estuvo tranqui Bernardo.

Feli (6): El oriundo de Olivos estuvo solamente un tiempo en cancha y estuvo poco en contacto con la pelota. Simple cuando le tocó intervenir y sin responsabilidad en el gol que llegó a través de la pelota parada. Luego, de dejó su lugar a Pepo.

Eloy (5.5): Otro de los hombres que casi no participó por el escaso peso ofensivo del equipo indio. En algunas se lo vió un poco dubitativo y defendiendo muy metido atrás. La voz de mando de la defensa, esta vez no tuvo su mejor partido.

Diego (7): Entendió el mensaje que llegó desde el banco. Corrió mucho, metió en todo momento y las que tuvo en sus pies las resolvió siempre en gran forma. Uno de los puntos altos de un rendimiento opaco general del equipo.

Pini (5.5): No intervino en los ataques melmacianos, quizás su mejor virtud. En la marca a veces perdió la espalda y llegaron las jugadas más peligrosas de los rivales. El moreno esta vez no pudo demostrar el fabuloso ida y vuelta que tiene.

Lucho (5.5): El capitán venía de grandes rendimientos en los últimos partidos, pero en esta oportunidad no estuvo preciso a la hora de asociarse con sus compañeros. Tuvo solamente algún que otro desborde que intentó generar peligro.

Rud (6.5): A pesar de no haber podido concretar el gol, que es uno de sus alimentos más preciados, siempre buscó de forma incansable acercar peligro al arco defendido por el el famoso Indio Bob. Corrió, obligó en todo momento y pidió la pelota. Bien Rud.

Mati (7): Tuvo unos primeros minutos excelentes, luego bajó su nivel con la caída general del equipo y en el segundo tiempo levantó nuevamente haciéndose amo y patrón de la mitad, corriendo a todos y metiendo como nos tiene acostumbrados. Sacrificio y rock and roll.

Nachito (6.5): A pesar de que sigue sin encontrar su mejor nivel, esta vez dejó hasta la última gota de transpiración en la cancha, y en una de esas peligrosas corridas al fondo, asistió a Salva para la apertura del marcador. Un tractor de fierro.

Cabeza (7): Cuando nadie podía hacer pie, él intentaba (con errores y aciertos) hacerse cargo de pedir la pelota y distribuirla para comandar la ofensiva de Melmac. La aguantó con clase, y fue víctima de decenas de faltas. Así te queremos Cabezón.

Salva (8.5): Sin lugar a dudas, la figura de la cancha. Desde el minuto 0 se mostró metido, pidiendo todas y tocando de manera simple sin complicarse. Anticipó de gran manera para marcar el 1-0 y luego siempre generó peligro en el área rival.

Latorre (5.5): El pichichi no tuvo su mejor mañana. Estuvo impreciso con la pelota en los pies, tomando en muchos casos decisiones equivocadas. Así y todo se las arregló para sentenciar el partido poniendo el 2-1 final a la salida de un córner. Olfato le dicen.

La hinchada (10): Una novia fiel (a la M, claro), y algún hermano por algunos minutos. La hinchada quedó demorada en Puente Saaverda por tenencia de drogas y no pudo hacerse presente en Ciudad Universitaria para alentar al tricolor.