El Jorge Campos melmaciano

Antes de lo habitual pero con las mismas energías y fuerzas de siempre, volvió a rodar la bocha para el elenco tricolor. Eran tantas las ganas que todos tenían de juntarse y comenzar a darle forma a este equipo 2011, que rapidito se movieron los encargados de generar los amistosos y así se concretó el encuentro de ayer ante Don Grillo, un equipo de viejos conocidos que este año debutara en el torneo (obviamente lo hará en la última categoría) y que, por lo mostrado en la jornada que pasó, tendrá con qué dar pelea.

El clima era mucho más propicio para pasar una linda tarde de pileta en alguna de las tan pintorescas casas melmacianas, pero así y todo salió un buen partido de fútbol. Durante la primera mitad hubo un equipo que fue dueño de la pelota y otro que fue mucho más claro a la hora de lastimar el arco rival. Si, estas dos cosas que tantas veces van de la mano y son consecuencia la una de la otra, esta vez andaban por caminos diferentes. Era justamente Don Grillo quien se adueñaba de la pelota y la hacía circular con claridad e inteligencia, especialmente desde los pies de Panchi, su volante central que además de marcar y cortar juega bastante lindo. Lo que le faltaba al elenco descamisado era profundidad, vértigo. Todo moría en la nada y Nacho, si bien veía que sus compañeros no agarraban la pelota, no sufría ataques en su propia valla.

Los tricolores eran más punzantes. Tenían menos el balón pero de repente ya estaban pisando el área rival en dos o tres toques. Andaba bien el volante derecho de MFC que se conectaba tanto con el lateral como con Dotta que hacía las veces de enganche y por ese lado, con un par de desbordes, llegaban un par de chances. Bastante movilidad en los delanteros y buenas combinaciones con los demás volantes, le permitían a los amigos de Alf prescindir de la tenencia por un rato, pero tener situaciones claras.

La segunda etapa fue casi toda de Melmac, pero tuvo algunos condimentos muy especiales. Ya el equipo de Alf era dueño absoluto del partido. Tal vez por el cansancio y el desconocimiento entre sus jugadores, "el equipo del insecto" se fue quedando sin energías y la presencia entonces del Sub-campeón de la C, era cada vez más notoria. El marcador merecía abrirse. Ahora bien, si alguien hubiese apostado a quienes iban a ser los autores de los goles, el premio quedaba vacante. Es que por una promesa realizada a finales del año anterior, Latorre se puso un rato los guantes y el menor de los De Angelis se calzó la gloriosa número 9. Y el portero devenido en atacante de área fue la figura de los últimos treinta minutos cambiando el partido por completo. Le dió mucha más velocidad al ataque tricolor al juntarse con Mati (que ya jugaba como segunda punta y también lo hacía de gran manera). De hecho, en la primera que tocó Nacho se sacó a tres de encima y le cedió el gol a su compañero de ataque, más allá de que este lo malogró. Luego siguió haciendo de las suyas y se encargó de poner el 1 a 0 con un lindo cabezazo por encima del portero. Como si esto fuese poco (y para acallar las voces de aquellos viejos y ausentes que dicen que los arqueros no merecen hablar de fútbol) tras una muy buena combinación con su hermano y luego de sacarse un hombre de encima en los últimos metros, sirvió en bandeja el segundo que iba a ser obra de otro inesperado goleador: Felipe. Una tarde no apta para apuestas.

Ya para el final, Don Grillo aprovechó esos espacios que tantas veces deja el equipo de Vicente López por pensar más en el arco rival que en el suyo propio y descontó con una buena llegada al vació de su volante derecho que definió muy bien ante la salida del improvisado arquero melmaciano.

El partido mostró mucho de lo que Melmac FC nos tiene acostumbrados. Un equipo que generalmente no va a manejar la pelota todo el tiempo y que por características propias deja que lo haga el rival apoyándose en que desde la firmeza de sus centrales y laterales defensivos más la capacidad de los del medio hacia arriba para cortar y salir rápido generando muchísimo peligro, se hace muy fuerte. Se volvió a ver también el recambio, porque si bien había tan solo un par de suplentes, eran de altísima calidad y polifuncionales a las necesidades del equipo (tanto Pepo como Mati pueden jugar en varios puestos de defensa y ataque respectivamente).

Sirvió para reencontrarse, para marcar las mismas pautas de siempre, para moverse, para ver lo mucho que hay por corregir y potenciar, pero por sobre todas las cosas sirvió también para llevar la tranquilidad de siempre, de que la base del equipo está y muy sólida. Igual, el gran premio, colorido y showman del partido es para ese arquero que se puso la nueve y la rompió: eludió, cabeceo, remató y asistió. Alguna vez titulamos luego de una fallida actuación de De Angelis JR en un amistoso "¿Y si iba Nacho?". Esta vuelta por suerte fue, se divirtió y le cambió la cara a Melmac, un gigante.

Para todos los que el veranito se les va acabando, acá va el primer uno x uno de la temporada...

Nacho (10): Custodió el arco con serenidad, y cuando se tuvo que calzar la 9 de su amigo, lo hizo de gran forma. Desparramó a los centrales que no sabían cómo marcarlo, convirtió un gol por encima del arquero y se despachó con una linda asistencia. Jogo bonito para él.

Seba (7): Estuvo bien para la marca, cerrando casi siempre su lateral. Utilizó sus manos con esa magia que él solamente sabe regalarnos, y se vió recuperado de su lesión del tobillo. Lástima que en varias oportunidades salió a cortar al piso muy lejos, sin necesidad.

Eloy (6): Casi no tuvo trabajo en el primer tiempo en el que participó. Cortó algunas bochas por arriba pero casi nada más para el experimentado central que después de una guardia agotadora, se hizo un esfuerzo y vino a compartir aunque sea un rato con sus amigos tricolores.

Feli (9): Jugó muy bien de 3, con muchísimo criterio para atacar y sobre todo para presionar cuando el partido así lo requería. Además, termino haciendo un gol después de una buena corrida cuando su posición era la de defensor central. Aplausos para el moreno.

Pini (6): Fue bastante para adelante a buscar la bola, pero sin mucha inteligencia para decidir el momento exacto en el cual lastimar. Sus compañeros esta vez no lo buscaron mucho. Una de esas escaladas terminó en el gol de Don Grillo, con el lateral derecho entrando por su banda.

Pepo (8.5): Sacando la patada criminal que le propinó a uno de los rivales, se las ingenió siempre para neutralizar cada ataque que le pasaba cerca. Anticipó en varias oportunidades e intentó en todo momento recuperar y salir jugando la bola por abajo.

Lulo (8.5): El capitán siempre estuvo atento para hacer circular la pelota y desbordar en todas las situaciones que el partido lo permitía. Se asoció en todo momento con Javo, con el Cabezón, y para colmo pisó el área en varias oportunidades aunque no pudo convertir.

Javo (8): En un mediocampo que se dedicó a atacar, se las arregló bien solo en la marca. Siempre pidió la pelota e intentó hacerla correr a lo ancho de la cancha. Alternó buenas jugadas con algunas imprecisiones. Cuando el fútbol pasa por él, todo es más claro.

Nachito (6.5): Su número de camiseta y sus medias bajas hicieron pensar por momentos en un crack a lo "burrito" Ortega. Se parecieron solo en el vino. Estuvo un poco impreciso con la pelota parada y no logró deleitarnos con los desbordes. Igual, dejó todo como cada partido.

Valen (7.5): Si bien no siempre resolvió las jugadas como él hubiese querido, fue el que intentó en todo momento asociarse con el mediocampo y los delanteros para generar jugadas de gol. Se acercó al círculo central, agarró la lanza y alternó buenas y malas.

Mati (8): Se lo vió ligerito al nuevo polifuncional de Melmac. Cuando fue de punta, encaró por las bandas aprovechando su físico privilegiado. En el medio no tuvo un gran partido, pero así y todo terminó cumpliendo una buena labor. Le va tomando el gustito a la camiseta tricolor.

Rud (7.5): Se movió con mucha naturalidad cuando fue de volante. Al principio, cuando se puso la pilcha de atacante, no terminó de inquietar a la defensa a pesar de que siempre se mostró como opción de pase. Hizo unas lindas apiladas a lo largo del partido, típicas en Rud.

Latorre (6.5): A pesar de que el equipo no llegaba de manera contundente, él bajó un poco y se acercó a tocar con los del medio. Se lo vió con movilidad para generar peligro en ataque, pero no logró generarse situaciones de gol. Le faltó su alimento más preciado.

La hinchada (10): Pocos, pero cariñosos. Se vió a la novia de un gran central, se vió a un lesionado tanque neocelandés (¿con futuro en Enrique?), y no mucho más. De a poco se irán prendiendo los fanáticos, a medida que avance la seguidilla de amistosos.